Recuerda

¿Cuál es tu propósito de vida? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué haces lo que haces? ¿Tienes sueños?¿Los crees posibles?
Imagina que llega el día de tu muerte, del "gran juicio". De un momento a otro estás frente a Dios, la Fuente, el Universo, el Todo (o como quieras llamarlo), ves que sostiene un cuadro donde se están proyectando imágenes:
 - ¿Y esas imágenes qué son?, preguntas. 

- Observa, observa, ¿qué ves? Te responde una voz fuerte, con mucho amor y compasión.

- Veo, ¡soy yo! 

- Sí, eres tú, ésta es tu vida.

- No entiendo, no reconozco nada de lo que veo, no hice nada de eso. 

- Bueno, habría sido tu vida si te hubieras atrevido a seguir tus sueños, a creer en ti, a creer en la posibilidad, habrías tenido una vida plena, completa, donde la carencia sería inexistente y sólo existiera espacio para el Amor y la abundancia. Ésta pudo haber sido tu vida si tan solo hubieras querido. Hubiera, habría, en pasado, en tal vez, en a lo mejor, pero ya estamos aquí y esto no fue, aprende, aprende Querido Hijo mío. Tendrás una nueva oportunidad y quiero que en esa ocasión, lo hagas. Vive tus sueños, vive el deseo de tu corazón, vive tu pasión. Cuando llegues aquí, lo que sostendré en mano, no será una ilusión, será tu vida entera, tu paso por el plano dimensional llamado "humanidad". Habrás dejado una marca indeleble, habrás sido realmente tú, sin pendientes, sin tal vez, sin a lo mejor, todo presente, todo vivido, todo correspondido. Recuerda a la próxima, esto es para ti. Recuerda...

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