Amar desde el amor

¿Cómo amar sin necesitar que me ame a cambio? 

Pregunta realizada a la nada, en una conversación, en relación a experiencias personales.

¿Cómo amar con total libertad? ¿Cómo amar sin esperar nada? ¿Cómo amar sin esperar amor? ¿Cómo amar sin ser correspondido? ¿Cómo amar sin exigir, sin dominar, sin esclavizar?

"Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa." Osho 

Hablar de amor es interactuar con un tema tan amplio como el mismo universo, muchas premisas, muchas ideas, muchas disociaciones y diferencias.

Hablar de relaciones de pareja es controversial, relativo, subjetivo, conflictivo.

Regularmente, tendemos a pensar que es exactamente lo mismo cuando el amor es una cosa y el amar es otra, cuando el amor en pareja es simplemente un subproducto de éste no el amor como tal. Desafortunadamente estamos tan saturados de ésta idea que no alcanzamos a contemplar otra posibilidad. "Amor es únicamente en pareja, no en relación a la vida como tal". ¡Error catastrófico!

Sabemos de amor, conocemos de relaciones por las experiencias, opiniones y recomendaciones ajenas, lo que se ha vivido, lo que se ha oído, lo que se ha visto, y así, capturamos el molde de lo que mejor se ajuste a nuestra realidad. 

Idealizando una relación, elegimos quien pensamos ser la persona correcta, equivocándonos de antemano por decisiones emocionales, completamente irracionales. ¿Por qué en la vida, en materia de "decisiones importantes", tenemos la certeza de que debemos ser racionales, pero en lo relacionado al amor, se nos olvida, transformándonos totalmente en irracionales?, ¿dónde queda la lógica?

Se vende el "artículo" de que en el amor no hay que ser racionales, sino que se debe dejar la razón a un lado y escoger con el corazón, y esto es cierto en la misma medida que es lo contrario. 

Escogiendo con el corazón, desde la intuición, desde el sentir profundo, es siempre correcto.

Escoger desde la emoción, porque te hace sentir bien, porque te gusta lo que es, lo que hace y lo que representa, es comúnmente incorrecto. Escoges desde un punto emocional, no es acertado, bien lo sabes ya. ¿Cuántas veces nos hemos equivocado al elegir? ¿Cuántas relaciones conocemos que sean verdaderamente sanas y fructíferas? ¿En dónde estamos errando? 

Regresando a la pregunta inicial: ¿Cómo amar sin necesitar que me ame a cambio? 

Cuando amas, --y cuando digo amar me refiero a amar de verdad, un amor puro que trasciende todos los sentidos, toda la superficie y todo lo banal-- no necesitas nada a cambio. Este amor nace desde la plenitud no desde la necesidad, no desde el miedo a la soledad, no desde una idea falsa, no desde falsas esperanzas; sí desde el goce, sí desde el ser, sí desde el interior, sí desde la intuición, sí desde el mundo de lo incognoscible. No hay posesión, dominación, necesidad, dependencia. Pero qué difícil, ¿no? ¿Imposible? Tal vez. ¿Realizable? Posiblemente... ¿tú qué crees? 

  Cuando ames de verdad, sabrás, cuando sea la persona correcta, sabrás, porque el amor no lastima, el amor no duele, el amor no daña, ¿cómo podría doler el amor? Duelen los actos, juicios y pensamientos generados desde un lugar muy ajeno a él. ¿Cómo el amor podría dañar?, ¿cómo el amor podría transformarte en algo que no eres?, ¿cómo el amor te haría perderte?, ¿cómo el amor borraría tu mundo creando uno que gira alrededor de alguien más?, ¿cómo el amor podría ser el mal? 

¿Lo notas? ¡No es amor! ¡No sería amor! ¡No será amor! Tan simple como decir: lo que es es, lo que no es no es; si es es, si no es no es, podría serlo, tal vez, podría no serlo, también, pero debes saberlo, debes elegir y elegir como es debido: desde el verdadero deseo del corazón, más allá de una emoción superficial generada por la mente irracional. 

...

"Cuando no tienes amor, le pides al otro que te lo dé. Eres un mendigo. Y el otro te está pidiendo que se lo des a él o a ella. Ahora bien, dos mendigos extendiendo sus manos uno al otro y ambos con la esperanza de que el otro lo tenga... Naturalmente ambos se sienten derrotados y ambos se sienten engañados.

Esta es la paradoja: aquellos que se enamoran no tienen amor, por eso se enamoran. Y porque no tienen amor, no pueden darlo. Y algo más: una persona inmadura sólo se enamora de otra persona inmadura, porque sólo ellas pueden comprender el lenguaje de la otra. Una persona madura ama a una persona madura. Una persona inmadura ama a una persona inmadura.

El problema básico del amor es madurar primero, entonces encontrarás una pareja madura; entonces la gente inmadura no te atraerá para nada. Es sencillamente así.

Cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre una de las más grandes paradojas de la vida, uno de los fenómenos más bellos: están juntos y sin embargo tremendamente solos; están tan unidos que casi son uno. Pero su unión no destruye su individualidad, de hecho, la realza: se vuelven más individuos. Dos personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más libres.

«Yo te amo. No puedo evitarlo». No es cuestión de que pueda amarte o no, simplemente te amo. Si no estuvieses aquí, este auditorio estaría lleno de mi amor, no habría ninguna diferencia. Estos árboles todavía recibirían mi amor, estos pájaros lo seguirían recibiendo. E incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia: el amor seguiría fluyendo. El amor es, así que el amor fluye.

Así como la luz rodea a la llama, el amor te rodea. Tú eres amoroso, eres amor. Entonces tiene eternidad. No está dirigido a nadie. Cualquiera que se acerque beberá de él. Cualquiera que se acerque a ti estará encantado con él, enriquecido por él. Un árbol, una roca, una persona, un animal, no importa. Incluso si estás sentado, solo... Buda, solo, sentado bajo su árbol está irradiando amor. El amor está constantemente lloviendo a su alrededor. Eso es eterno y ése es el verdadero anhelo del corazón".