Adiós

Un adiós que ya fue no debe repetirse. Un adiós que se dijo con el corazón no invita al regreso. Debes ser fuerte, debes de tener valor, debes de saber lo que tú vales y mereces mejor.
Fue un adiós y el hola no debe llegar, porque lo que ya fue por algo se quedó atrás. Las relaciones no necesariamente están hechas para perpetuar, sino para vivirse, ofrecer lo que uno es y compartir, el tiempo que sea, que haya sido o que será. El éxito aquí no significa que tenga que ser el amor de la vida, el éxito está en ofrecer tu mejor versión y disfrutar cada momento como si fuera el último, y puede serlo, cuantiosas veces lo es.
¿cómo saber cuando es un adiós?, ¿cómo saber cuando es un hasta pronto? Es dada la circunstancia y según el dolor, porque a veces somos tontos y olvidamos voluntariamente, recayendo en el error, pero somos más inteligentes aunque decidamos también olvidarlo.
Un adiós definitivo no merece perdón, merece el retiro debido.
Un hasta pronto merece reflexión, merece en su motivo un retorno a la situación.

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