Soy un viajero

Soy un viajero, no puedo terminar de acomodar lo que no debe estar acomodado. Este no es mi hogar, esta es mi travesìa por algùn lugar, eso y nada màs.
No puedo deshacer mi maleta, no puedo terminarme de asentar, es inevitable el sentido de desapego que tengo que encarnar; nada de aquì continuarà, despuès de unas semanas todo se habrà acabado, la ropa, las cosas, los recuerdos, las memorias, volveràn a la maleta para regresar a casa, a mi hogar, a mi ùnica casa, mi ùnico lugar de asentamiento. Enamorarse es opcional, preferiblemente la opciòn de que no suceda, claramente, pero ¿què pasa si sucede? Pues entonces habrà que disfrutarse y dejar que sea lo que deba ser, todo es asì, simplemente es...
Soy un transeúnte, voy de un lugar a otro, de este lado de la calle al siguiente, aquèl no se pone triste al dejar una calle atràs, aquèl no se pone triste por las experiencias que ya no seràn, aquèl no se deprime por los momentos continuos del lugar que deberà, con el tiempo, olvidar. 
Al principio gozas del disconfort de precisamente no estar en tu zona de confort, pero el humano tiene un alto ìndice de adaptaciòn y rápidamente se transforma en conocedor y lugarteniente, un hogar màs que despuès podrà visitar, bueno, no necesariamente un hogar, pero como si fuera uno, como la casa de algùn familiar en el que te puedes sentir igual que en casa, si es que disfrutas tu casa, tu habitaciòn y la vida que llevas ahì.
Todo continùa doblado, guardado, se lava y regresa a la maleta, no hay necesidad de desempacar, ¿para què? Algunos ganchos permiten mayor comodidad, algunas prendas han de ir ahì pero sòlo para ser pràcticos, no, este no puede ser mi hogar, aunque me sienta còmodo, estè enamorado de los paisajes, de la educaciòn, de la limpieza, de la seguridad, de los parques, de los pequeños detalles que hacen una ciudad pequeña una grandìsima ciudad, no es ni serà mi hogar, hoy por lo menos no.
Soy un viajero, soy un transeùnte, soy asì al vivir, no sòlo en la ciudad que visite, no sòlo a aquel pueblo que conozca, no, asì serè mientras estè en el mundo, mientras estè vivo, mientras estè consciente, un viajero que se llama Alejandro y que sin desapegos podrà irse, continuar hacia otro destino desconocido donde todo serà nuevo, donde todo serà fresco, donde todo seguirà mejor, disconfort que se amplìa hacia el confort, crecimiento, conocimiento, progreso... como siempre. Eso y nada màs. 
Tal vez allì, despuès de un tiempo, pueda colocar un letrero en la puerta y denominarlo: Hogar.

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