Existir

 La validaciòn es innecesaria, especialmente en este mundo extraviado.

¿Cómo discernir lo banal de lo importante?

Lo valioso de lo fragante. 


Yo valgo porque así es, no necesita aplicación mayor. Porque nacì y estoy aquí. 

A veces el menor mérito logrado es el mayor mèrito: existir. 


No se requiere el reconocimiento, pero sì da miedo el olvido total. Perderte en la ignominia, donde nadie ya te recordarà.

Te preguntaràs: ¿para qué hice todo esto?

Y la respuesta tal vez sea: para aquellos que estaban y escuchaban, aunque no lo estén más y haya oídos sordos en partes.

Especialmente para los sordos, los que no quieren oìr la mùsica, especialmente para ellos hay que seguir tocando, hablando, cantando, creando, para que llegado el dìa, las herramientas y las ideas estén ahì a la vuelta.

Has decidido escuchar y la vida respondió el llamado.


Yo ya no estarè. Ya no podrè.

Pero si eres feliz, me regocijarè, si es que en donde sea que haya ido està permitido.


Mi voz debe continuar inextinguible, aunque sea por la eternidad, es el mismo mensaje, y hay que repetirlo, aunque canse. Somos uno mismo.

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