Ensayo sobre la transgresión

 Bueno, si hablamos de una de las falsas verdades o de las verdades que tuvieron sustento alguna vez pero que se siguen utilizando cómo si viviéramos aún hace 100 años, pues hay que decir una de las mayores patrañas e inventos actuales de la sociedad, una de las mayores hipnosis que existe estructuralmente en nuestra cultura. ¿Cuál sería esa gran falsedad? Ya he hablado un poco de esto en uno de mis previos libros, y entré un poco a detalle con el tema, sin embargo quiero recalcar la idea un poco más, pero ya deja de crear más preámbulo, por favor, y  escríbela. Sí, por favor, gracias.
"Para ser visto cómo alguien cuerdo y exitoso dentro de la sociedad: debo comprarme mi casa". O mejor dicho: debo endeudarme para vivir en un lugar que tal vez algún día pueda llamar MI casa. Claro está, mientras la esté pagando no es mía, es de quien tenga el beneficio de la deuda que te fue ofrecida.
Te pido amablemente que descartes esa absurda, obsoleta y corroída idea de tu mente, porque si la sigues al pie de la letra, tomarás decisiones inadecuadas, decisiones que te pueden llevar a la bancarrota, decisiones que te privarán de tener liquidez, todo por poder decir: "Ya me compré mi casa".
Te digo la verdad: ¿a quién carajos le importa? En verdad... nuestros padres y la gente mayor nos insiste tanto a los de veintitantos o treinta y pocos que debes, que obligadamente tienes que comprarte tu casa, pues con qué razón vas a ir a pagar una renta de algo que no es tuyo...
sin embargo sí tengo que pagar una casa que tampoco es mía, más el interés de la deuda, más el mantenimiento de la propiedad, más los gastos de vivir en ella, más el enganche, más lo que me costaría la oportunidad si invirtiera ese dinero mensual o ese enganche en un verdadero generador de riqueza. Tu casa no genera riqueza... tu casa generará gastos...
Y para aquellos que invierten en propiedades en un mercado que está exageradamente elevado, ¿cómo les resulta? No comprendo sus matemáticas, no comprendo los números, a lo mejor soy un idiota, puedo serlo, sí, es posible. Pareciera que estamos en la fiebre del mercado inmobiliario, pareciera que a fuerzas hay que comprar para no ser un estúpido, sin importar el verdadero costo de hacerlo.
 Lo peor de todo es que las personas que te venden esas propiedades y que se supone saben sobre el mercado inmobiliario, no tienen ni idea de los numeros básicos y necesarios que hay que tomar en cuenta para adquirir el bien. Solo te dirán: "un bien inmobiliario es la mejor inversión de tu vida, y en este mercado, con tanta demanda de rentas y por la adquisición de propiedades, tienes que comprar sí o sí. Además tienes que saber que las propiedades siempre aumentan su valor. Que esta zona tiene mucha plusvalía, y que tu dinero crecerá de manera garantizada".
Dime, dime por favor, que no suena absurdo. Perdón, pero la peor especulación que existe es la especulación inmobiliaria: "Yo digo que aquí esta propiedad vale esto, porque está cerca de esto otro, y porque hay muchos edificios alrededor, y porque está a la vuelta de este centro comercial, y porque mira sus amenidades, o porque está cerca de la avenida principal".  
¡NO TIENE SENTIDO! Lo que más sentido tendría es que la demanda está sobrepasada y los precios están excepcionalmente interesantes para quien hace números y ve un real atractivo. 
Pero la verdad es que la demanda existe, no sé de quién, pero los números no son para nada interesantes.
¿Me garantizas que esta propiedad va a valer 50% más en 10 años?
Es una locura... No se puede, especialmente cuando existe una burbuja inmobiliaria y una fiebre carente de sentido por adquirir propiedades para "negocio". Más bien la pregunta es: ¿cuánto tomará esta burbuja en colapsar? ¿Cuándo habrá demasiada oferta y poco interés por los exorbitantes precios? Yo no sé si eso está cerca, pero es natural. Lo que no es natural es predecir el futuro basado en el pasado, especialmente cuando la especulación inmobiliaria no tiene unos cimientos muy sólidos. 
Por lo menos en el mercado bursátil puedes darte cuenta cuando un activo está sobrevaluado, infravalorado, o sobrevendido, o sobrecomprado y actuar en consecuencia. 
Así que no te creas lo que te dicen los agentes inmobiliarios, no digo que todos sean malos, o que tengan malas intenciones, al fin y al cabo su único objetivo es vender, pues viven de comisiones, y para vender hay que subirse al tren... porque si se te va... puede irse la mayor oportunidad de generar riqueza de maneras irracionales: vendiendo propiedades cuando hay una fiebre irracional por comprarlas. 

Benditas las falsedades que nos presionan e imponen a creer que debemos actuar de cierta manera para quedar bien, cuando lo único que haré es joderme la existencia... de mi presente y en mi futuro. 
¡A nadie le importa! Pero a quien debería importarle el porqué haces algo o dejas de hacerlo es a ti.

Transgresión: actuar diferente.
Transgresión: pensar diferente.
Transgresión: pensar.
Transgresión: hacer números con cabeza fría.
Transgresión: salirme de la rutina ordinaria.
Transgresión: hacer distinto a lo esperado. 
Transgresión: perderle el miedo al juicio de aquellos anestesiados. 
Transgresión: hacer lo que a mí me importa y me beneficia. 


La fiebre del oro se ha repetido y se ha terminado, la fiebre del mercado inmobiliario se acabará, y la pregunta es: ¿Tus decisiones del pasado tendrán suficientes cimientos para preservar tus inversiones? 
 
 
Cuando lo que se hace se hace sin razón o sustento alguno, es inevitable que, habiendo llegado el momento, la razón llegue e invalide todo aquello. 
Un pequeño viento puede tumbar un árbol... cuando sus raíces son débiles y superficiales. 


Hablando de falsedades, perdón, es que para poder ver hay que quitarse la ceguera voluntaria, a lo mejor te causa estrés o piensas que estoy ofendido, o crees que a mí me causa estrés lo que te comparto, pero la verdad es que no, no me molesta, es respetable lo que cada quien haga de su vida y cómo lo haga. 
Te comparto a ver si acaso te sirve, y puedes mejor, y obtienes mejores resultados. 
Lo diferente es juzgado y cuestionado por la mayoría, pero por eso que la mayoría hace lo mismo y ostenta una precaria felicidad, y la minoría, son verdaderamente felices... ¿ya lo viste?
¿Te acuerdas del que juzgaste porque pensaste que estaba demente? Bueno, esa persona es felicidad, y para eso estabas programada. Para juzgar y señalar. Ahora... ¿qué harás?

La felicidad es extraña en un mundo donde no abunda la autenticidad, sino la necesidad de formar parte del molde. 


A mí me importas tú, hasta que me importo más yo. Orgullo, miedo, ego, inconsciencia.
A mí me importas tú, porque me importo yo. Amor, bondad, compasión, consciencia.
 
 
Me importo yo, y cuando me importa de mí, sé lo que es que alguien me importe, para que así, me importe de ti, auténtica y amorosamente. 
Todo comienza en mí. Todo termina en mí. 

Y lo que sí: me importa una mierda lo que tú pienses de mí. 
Especialmente cuando tus pensamientos son materias dominantes de la herencia.
 
 
 
 

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