Ensayos sobre la transgresión

La verdad es que hay temas que me generan resistencia escribirlos, no sé si porque parece repetitivo, o porque parece charla de motivación, o porque son temas míos... no sé. Pero sin duda me genera algo, algo, alguna incomodidad extraña de compartir, o de hablar sobre el tema. 
No represento el ejemplo de perfección, ni de nada en específico, soy solo yo, y me gusta ser yo sin miedos, pese a quien le pese, se regocije quien se regocije. 
Evidentemente tengo mis defectos e intento pulirlos con la marcha, aquellos que ya he reconocido y trabajado, y otros que voy descubriendo en mi proceso.
A la fecha de la transcripción de este libro puedo decir que llevo alrededor de 14 años de proceso, un proceso que ha sido largo, pero que pudo haber sido más corto, si desde antes hubiese puesto en práctica lo que sé ahora. Sin embargo, no lo sabía, y no tenía a nadie para guiarme, todo me lo dio la Vida, con tristezas, golpes y dolores, puras oportunidades, muchísimas diría yo, para aprender, crecer y convertirme en lo que soy hoy. Ha sido un arduo y dedicado trabajo, pero no se termina, me gustaría que no se termine y que dure toda una vida, porque si algo me ha hecho feliz, pleno y agradecido es este proceso. 
Para mí comenzó con el descubrimiento de mis sueños y el desprendimiento de otros, desde lo superficial a lo profundo, desde lo banal a lo trascendental, me dejé llevar por el flujo de la vida, sin saber que me llevaría a conectar de maneras profundas conmigo. Yo solamente quería tener éxito en la vida a ojos de la sociedad, no tenía idea de lo que era el amor propio, o el bienestar interno o el proceso de formación atemporal, no sabía ni que eso existía. Para mí no existían ni los libros ni el arte, no había lectura ni procesos específicos, todo era escuela y deporte, escuela y deporte, nada más que eso.
De alguna manera se me fueron apareciendo las señales, qué digo de alguna manera, de muchísimas maneras fueron llegando las señales, y yo fui aprendiendo, con fallas y miedos, a seguirlas, así cómo aprender a leer un mapa cartográfico, al principio no tienes ni idea de lo que estás viendo, aunque esté frente a ti, aunque todas las respuestas estén mostrándose frente a tus ojos, pero conforme aprendes los cómo y los qués, entiendes conscientemente cuando se presentan, cuando las detectas, pero principalmente cuando las sientes. No hay mejor indicador que las sensaciones, pues te señalan si te alejas o te acercas a lo que quieres, tus emociones son el indicador trascendental de todo tu presente, de si vas en el camino correcto o de si te estás saliendo intentando controlar todos los sucesos.

No puedes controlarlo todo, no puedes, pero lo que sí puedes, es soltar, permitir, y dejar que la vida te haga en el proceso. Así no hay falla, así no hay error, pues todo lo que parezca equivocado te acerca al lugar de tu corazón. Tener bien claras tus intenciones, tener bien claro el deseo del corazón, para que así, entregues tus maletas, tus deseos y tus problemas y los veas resueltos de una manera espectacular.
Suena absurdo, suena loco, suena ilógico, pero es así de simple, es así de cuerdo y es la verdad.
Cuando entiendas e interiorices eso, cuando aceptes las posibilidades, cuando comprendas  que la incertidumbre es una oportunidad, cuando asumas el papel de soltar, tu vida nunca a volverá a ser la misma, y te encontrarás en los horizontes de belleza y en los mares de oportunidad, tú simplemente tendrás que apreciar el paisaje y aprovechar los momentos. Lo demás será historia... tu bella historia. 
 
Conectar contigo es uno de los mejores regalos que le puedes entregar a la humanidad, porque así, también los demás podrán conectar con tu verdadera y refrescante personalidad, el papel que has de ejercer en el mundo, el personaje que tú, conscientemente, has decidido manifestar, y con ello, compartir tu verdadera esencia para que todos la vean. ¡Será un honor!

Catorce años de proceso, catorce años de lucha, catorce años de esfuerzo, y no quiero saber a dónde me llevará la inspiración, a dónde me traerá la vida, porque saberlo todo es perdernos la sorpresa, y las serendipias que yo espero y que la vida me brinda, suelen ser maravillosas. 
Ahora suelto, y dejo que la vida me guíe.


Y déjame decirte que "soltar" es una de mis recientes debilidades que he ido fortaleciendo, el no entrometerme, el no intentar ayudar si no me es solicitado, el no dar mi opinión si no es cuestionada, el no preocuparme por los que quiero y entender que cada una de las persona en este mundo viven su propio proceso, y que yo no soy nada para interrumpirlo, para iniciarlo o para acelerarlo.
Un faro, ¿recuerdas? Eso es lo que intento. Y no es fácil, pero es posible, y cada vez es más probable conseguirlo. Me acerco más a lo que quiero, tomando la acción consciente de lo que va en congruencia con ello. 
Soltar y dejar ser, soltar y permitir, soltar y saber que todo va a estar bien, soltar y confiar en que todo saldrá beneficiosamente, soltar y dejar de controlar los resultados, y esto aplica para mis relaciones personales, tanto como para mí, y en mis relaciones personales es donde más me está costando, porque en relación a confiar en el proceso de la vida ya estoy muy adelantado, y a ver, a veces me pierdo, a veces me desconecto, a veces me olvido, pero esas "veces" son menos que las veces que sí me acuerdo, que sí estoy conectado y que sí me voy encontrando. Porque si se me olvida estar presente y apreciando se me va la vida, y esa, en definitiva, es imposible detenerla. Después puede ser demasiado tarde, ahora es el momento indicado.
Y mientras más lo trabajo, menos veces sucede lo contrario y más veces sucede lo que quiero, me dirijo con más rapidez a donde quiero, y con menos frenos, sabiendo que aquí es mi lugar y que lo que viene será cuando sea el momento indicado. 
 
Transgresión: soltar.
Transgresión: soltar conscientemente.
Transgresión: respetar los procesos.
Transgresión: evitar imponer tus experimentos.
Transgresión: vivir diferente.
Transgresión: querer diferente.
Transgresión: idealizar lo irreal para que se vuelva real. 
Transgresión: compartir lo que siento aunque me genere resistencias.
Transgresión: compartir lo que pienso aunque no estemos de acuerdo.
Transgresión: compartir lo que nos sirva aunque no sea tu momento. 


¿Mi mayor sueño? Libertad: de hacer lo que quiera con quien quiera como quiera el tiempo que quiera.
¿Mi mayor sueño que no perseguí? No lo perseguí porque decidí irme a lo seguro, y lo seguro resulto lo olvidado, y lo olvidado fue la mejor decisión de mi vida. 
Gracias a ese sueño que no perseguí me atreví a ir por mi sueño de libertad, a por todas, sin que hubiese un plan B, es/era un plan A, o nada más. 
Gracias a lo que no viví, y a lo que viví pero que no me hacía feliz, descubrí lo que sí quería vivir, y fui por ello.
Con esa libertad te escribo, con esta libertad me río, con esa libertad vivo, y con esta libertad algún día te daré las gracias en persona por haberme leído. 

Transgresión: ser yo. 
Transgresión: ser libre.
Transgresión: ejercer mi libertad.
Transgresión: respetar la libertad de los demás. 


Yo no quiero ser el ejemplo de algo específico, pero si tuviese que escoger algo, me gustaría ser el ejemplo de felicidad, de conciencia y de autenticidad, todas ejercidas con absoluta libertad y con el máximo respeto, hacia mí y hacia los demás. 
Si logro ser ese ejemplo, habré obtenido el mayor premio, el mayor logro, el máximo mérito, pues los papeles, y los estudios, y los ademanes de la cultura se pierden en el olvido, pero lo que sí me llevo son las alegrías y las ocasiones dichosas que compartí contigo. Eso no se olvida, eso se siembra y nutre la vida.

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