Ensayos sobre la transgresión

Yo no sabía que quería escribir, que quería hacer libros, que quería ser empresario, alpinista, que quería aprender sobre la parrilla argentina, que quería viajar por el mundo, que quería ser inversionista, aprender sobre finanzas, enseñarlas, que quería ser trader profesional, que quería seguir escribiendo, que quería una relación amorosa a perpetuidad sin el trámite ni el permiso institucional, que quería escalar, que quería aprender cómo hacer un espresso perfecto, que quería comer delicioso y disfrutar cada bocado como si fuera el último de mi vida, que quería compartir todo lo vivido, visto y aprendido.

¡No lo sabía! Y queriendo sin querer me lo fue trayendo la vida, sin tener idea que sería algo que acaso me gustaría. Lo que sí hice fue atreverme a degustar el suceso para poder definir mis nuevos querer. 

Lo que sí sé ahora es que la Vida sí lo sabía, pues es mucho más sabia que la suma de toda la humanidad multiplicada. 

Y lo que la vida sabe, es indudablemente lo mejor para ti, lo veas o no lo veas, lo creas o no lo creas. 

¿Te acuerdas que te conté sobre un reto que estaba viviendo en mi vida y que quería lograr, un desafío que encendía mi fuego interno como pocas otras aventuras en mi vida? Bueno, no sabía si te lo iba a contar, porque me cuesta trabajo compartir mis procesos personales de cosas que estoy intentando hacer, llámalo superstición si quieres, pero hay tanta energía en el mundo, no tan positiva, que mi trabajo por momentos es practicar inmutablemente la inmunidad a la negatividad, para que no me afecte, para que no efecte mis procesos. 

Un reto que si pones atención y lees entre líneas sabrás a lo que me refiero.

Un reto maravilloso que me ha invitado a despertar más y poner más atención a todos los acontecimientos.

Un desafío que me ha obligado a estudiar, a dedicarle tiempo, a practicarlo, día tras día.

Un reto que te lleva, inevitablemente, a ser un buen perdedor. 

Ha desafiado mis componentes emocionales, para poder controlar lo que estoy sintiendo, ha mejorado mi paciencia, ha promovido el temple y la conexión conmigo.

Un maravilloso suceso que me trajo la vida que me ha inspirado a seguir adelante y a triunfar en mis conceptos.  

Algo tan terrenal, me ha llevado tan profundo, tan dentro de mí, tan en conexión con la vida. 

Espero lo hayas entendido.

Transgresión: emocionarme con un desafío.

Transgresión: emocionarme con la incertidumbre.

Transgresión: emocionarme con lo que está por venir.

Transgresión: aceptar los no quieros, para poder querer más quieros.

Transgresión: atreverme a explorar esa posibilidad de querer. 

Transgresión: ampliar mis vertientes de felicidad.

Transgresión: vivir la vida bajo mis propios términos.