Ensayos sobre la Transgresión

Gran parte de mi vida asumí que sabía lo que quería, quise lo quería, mucho, mucho tiempo pasé persiguiendo esos ideales. 
Perseguí la profesión, perseguí lo ordinario, perseguí la seguridad, perseguí la tradición, perseguí lo que se supone es lo apropiado, lo correcto, lo adecuado.
Tan solo para darme cuenta que nada de eso era verdad para mí, que no quería mi profesión, que no deseaba lo ordinario, que lo seguro era lo más inseguro, que la tradición era demasiado aburrida, y que lo dicho como apropiado, correcto y adecuado, no era nada de eso para mí ni para mi vida.
Me descubrí sabiendo lo que quería basado en lo que estaba viviendo, que era todo aquello que según quería y que realmente quise, para poder querer lo que realmente quería querer e ir por ello. 
 
Tanto tiempo queriendo algo que no quería de verdad, para pasar otro lapso inmenso queriendo lo que sí quería, buscando, esperando, trabajando en mí y en el desarrollo de mi vida, y mientras más vivía cosas que no quería, que yo sabía que no quería, como una relación tóxica, o el trabajo excesivo dentro del hospital, más afirmaba lo que quería: una relación de amor verdadero, y libertad para hacer lo que yo quisiera.
¿Qué y cómo? No lo sabía. 
 


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