Ensayos sobre la T

Fuck! Puedo escribir sobre el proceso que viene de soltar y abrazar el nuevo ciclo, pero, ¡Ay cabrón!, qué duro es echar de menos, saber que lo que estaba ya no estará, que lo que le daba la chispa a un espacio se ha ido, y que ahora toca en mi fortaleza darle nueva vida, chispa y alegrías.
Crear nuevos recuerdos, experiencias y poder llenar el espacio que alguien dejó con nuevas alegrías.
¡Qué duro es saber conscientemente y darse cuenta de todo lo que se pierde cuando ya ha sucedido!
Ya no puedes regresar el tiempo, o aprovechaste lo que pudiste o te lo perdiste.
Quisiera haber aprovechado más, pero hice lo mejor que pude, cómo pude, con los procesos que yo estaba viviendo.
Fortaleza... Eso es lo que deseo ahora.
Fortaleza, acordarme que la tengo.
Reconciliarme con las lágrimas u mis sentimientos, para así ser purificado y permitir espacio para lo nuevo.

Y se pierde porque es parte de la vida, ¿Te acuerdas que lo he escrito?

Somos perdedores, estamos diseñados para perder: un ciclo, un espacio, una vida, una relación, amistades, vivencias, sucesos. Todo se acaba, perdemos los momentos, pero ganamos experiencias, y eso, eso es lo que nos llevamos cuando la Vida llegue a su fin.

Ahora pierdo una relación de diario, ahora pierdo un compañero de cuarto, un colega de compañía, un camarada que me acompañaba desde la otr habitación, un compinche de travesuras, mi acompañante de vida desde su nacimiento, un solucionador maestro de problemas técnicos, planes, ruidos, y hábitos, pierdo a mi hermano menor, ahora es un hombre y ha volado a buscar su lugar en el mundo, ahora será la pareja de alguien, y seguirá siendo hijo, hermano y amigo, pero en menor proporción.

Gran pérdida, pero todos terminamos ganando.

Adiós...

Soltar... Dejar ir... Aceptar... Querer... Abrazar... Llorar... Dejar de sentir tristeza... Comenzar a sentir paz... Terminar el proceso de "duelo"... Abrazar la alegría de la novedad. Gratitud por la experiencia en su totalidad. Abrazar las nuevas experiencias, los nuevos planes, los nuevos hábitos, recibir con alegría los inesperados espacios...

Adiós, adiós.

Amén.

PD. Gracias, Madre. Por tener la sensibilidad de darte cuenta y regalarme un abrazo. Te quiero tanto... Tienes un corazón enorme, eres el símbolo perfecto de lo que representa el amor. 

Has sido un pilar de amor, bondad y generosidad.

PD. Gracias, Padre. Por apoyar, por estar y por buscar la manera de ayudarnos. Siempre ahí, siempre con tu singular manera, pero ahí. Has sido un pilar, un ejemplo de resiliencia, fortaleza y capacidad. 

También echaré de menos, mucho, habiendo llegado el momento. 

Gracias a ambos por ser lo mejor que han podido ser, y lo que han hecho por nosotros: sus hijos. Quiero pensar que están orgullosos, contentos y agradecidos, así como yo estoy orgulloso, contento y agradecido de/con ustedes. 

He aprendido tanto gracias a su existencia, y eso no tiene precio, es importante que lo sepan.

Siempre voy a estar para todos, mi familia es mi familia, y siempre lo va a ser. ¡Siempre!