Ensayos sobre la Transgresión

 Si la política estuviera diseñada para cambiar algo, no habría enriquecimiento ilícito pero sí muchos cambios. La política está diseñada (por lo menos en los últimos 50 años) para mantener las cosas como están, para buscar la reelección (si es que eso existe en tu país), y para evitar problemas de largo plazo. Y dentro de eso, para enriquecerse, aprovecharse, y abusar del poder, para hacer más de lo adecuado para beneficiarse a costa de los demás y de la sociedad, la misma sociedad que puso ahí a político, con su voto, en esta precaria democracia que se supone ejercemos. 

Se gasta demasiado dinero en campañas políticas para ganar, y me pregunto: ¿para ganar qué? La capacidad de hacer dinero del dinero del pueblo, haciendo (cuando se hace) lo mínimo posible para cambiar o mejorar en tu localidad, ciudad o país, lo normal es no hacer nada y robar lo más posible. Parásitos desagradables de la sociedad que por alguna estúpida razón defendemos con uñas y sangre. ¿Qué recibes por defenderlos? Seguramente un pan, una camiseta y tu pensión, porque el pueblo se conforma con poco, en lugar de atreverse a exigir lo que merece: resultados.

Hace unos días mientras volvía de un viaje de fin de semana noté que había fácilmente como 20 anuncios publicitarios de política, lo cual se traduce de manera especulativa en alrededor de unos $80,000 gastados en un margen de 1 kilómetro, multiplicalo por los kilómetros de carreteras que tiene México, y te darás una idea de en las estupideces que se gasta el dinero.
Una campaña más para ganar, una necesidad más para mantener, una obligación más para que no se les vaya su mina de oro, aunque ya la hayan explotado tanto, la avaricia no tiene límites, ni la arrogancia, ni la prepotencia, el que está vacío, está vacío, y buscará llenarse de alguna manera, aunque nos cueste la vida a todos, aunque nos acabemos la naturaleza, aunque sea un disparo en el pie, el corto plazo es lo único que importa, o lo que dure el sexenio, lo demás, será una posibilidad de mantener todo cómo está, para seguir robando.

Si la política verdaderamente estuviera para modificar las leyes la beneficio del pueblo, para hacer algo en beneficio de todos, no se robarían tanto, no andarían buscando cómo gastar para justificar gastos (ingresos a sus bolsillos), no se harían tantas estupideces porque sí, ni se harían las cosas mal hechas para volver a hacerlas. Ese es el país en el que vivimos, el mundo en el que existimos, eso es lo que nos merecemos por votar por personas ineptas hambrientas de poder.

A todo esto sumale la existencia de numerosos partidos, por lo menos en Estados Unidos solo mantienen a dos, aquí en México son más de 7 los partidos que son mantenidos con los impuestos del pueblo, ¿tienes idea del costo corriente que eso implica para el país? Y todo por nada.
Los políticos que quieren cambiar algo, o los corrompen, o los matan, o simplemente se rinden al ver que el sistema es demasiado grande y que es imposible cambiarlo.
Yo no sé, no soy político ni me interesa la misma, pero me encantaría que por lo menos intentarán hacer algo por la comunidad, no solo por ellos mismos.
Y somos tan fáciles de manipular que nos tragamos sus mentiras, sus propuestas y sus falsos resultados.
Las propuestas son solo eso: propuestas.
Los resultados no importan ya que están en el poder.
Las mentiras están a la orden del día, y tú las asumes y defiendes como verdad.

Cuando dejemos de defender al político por las estupideces que hace, y comencemos a exigir lo que verdaderamente nos merecemos, entonces es que podría empezar a catalizarse un cambio, mientras tanto, Viva México, y Viva La Política Corrupta (aunque lo yo quisiera es que muriera).

Transgresión: decir la verdad.
Transgresión: trabajar para y por el pueblo.
Transgresión: disminuir la corrupción en un 80%, y hacer algo positivo con ese 80% de aumento de capital para operar.
Transgresión: buscar cómo ayudar, no cómo robar más.
Transgresión: hacer las cosas bien.
Transgresión: menos proselitismo, más meritocracia. 
 
A mayor meritocracia, mayor justicia, porque quien está en el puesto es quién lo merece, por su ética laboral, por su preparación, por su dedicación, etc, no solo porque es hombre o mujer, en la necesidad de ser diversos obligadamente, sino la persona más preparada, sin importar el género o la identificación que ostente. 
¡Meritocracia pura!, ¿Dónde estás?

Este es el mundo en el que vivimos, y hay que adaptarse, pues señalando no ganaremos nada, quejándote no sumas puntos, no sirve de nada. Ve por ti y por tu familia, e intenta hacer de este mundo un mundo mejor con tus actos, con tu ejemplo, con tus maneras, y aunque creas que sean pequeñas, recuerda que el aleteo de una mariposa puede generar un huracán al otro lado del mundo... el cambio comienza en ti.


Transgresión: atreverme a hacer distinto.
Transgresión: atreverme a aprender a hacer mejor.
Transgresión: ser el cambio que el mundo desea ver.
Transgresión: ser yo.


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